En una especie de homenaje a mis dos queridos amigos que durante la pandemia partieron de este mundo, redacto estas líneas que resaltan la última apreciación de vida que me dejaron.
A raíz de la pandemia de la COVID-19, todos comenzamos a experimentar situaciones, protocolos, procesos y varios temas que de alguna forma alteraron nuestro sentido de la vida.
Si vemos atrás, notaremos que durante ese período inició una apreciación muy diferente de la vida misma, el trabajo, la salud, la economía y la educación.
Hoy, como una forma de homenajear a dos queridos amigos que durante dicha pandemia partieron de este mundo, redacto estas líneas que resaltan la última apreciación de vida que me dejaron, ambos fueron grandes empresarios con quienes era fácil entablar grandes y profundas conversaciones.
Mucho tiempo después de su deceso comencé a pensar en los puntos que nos unían. Como dije, los dos eran personas de mucha visión empresarial, buenos esposos y grandes amigos. A pesar de que, casi nunca hablamos de temas personales o de orden más humano, supe apreciar valores en ellos que trascienden las fusiones o el bien empresarial.
Con su partida me di cuenta de que hay tres medidas para cuantificar el tiempo: pasado, presente y futuro. Evidentemente cada uno de los tres se compone de días y el día tiene 24 horas.
Ahora soy consciente que con ellos todo giraba en torno al pasado y el futuro, la Planeación Estratégica dentro de varios factores parte de resultados alcanzados y va hacia proyecciones a futuro, por lo cual poco nos fijamos que cuando medimos algo lo hacemos en tiempo presente.
Ellos me hicieron un gran regalo, descubrir que hay dos días en los que no se puede hacer nada: ayer y mañana.
Luego llegó a mis manos un libro con esta frase que describe cómo yo vivía antes de la pandemia:
Cuando te bañas piensas en el desayuno.
Cuando desayunas piensas en el trabajo.
En el trabajo piensas en la salida.
Saliendo piensas en llegar a casa.
Estando en casa piensas en el día de mañana.
Hoy no has estado presente, no has vivido el “ahora”
Te estás perdiendo la vida misma…
Libro El Poder del Ahora Eckart Tolle.
De tal manera que, en honor a los que pasamos la pandemia y aun contamos con el regalo de la vida, quiero dejar este pensamiento por aquí: planear no es el problema, ni pensar en actos pasados para imaginar un mejor futuro, el punto está en aprender a vivir el presente.
Dicen por ahí que cada día tiene su propio afán, así que goza el día de hoy y ten cuidado con los otros dos (el ayer y el mañana), vive la vida, hay mucho en el presente que no va a durar para mañana.